Reseña altamente elogiosa de la traducción al español de Por quién doblan las campanas, de Ernest Hemingway (Buenos Aires, Ed. De SADE, 1942).

Afirma que ha escrito desde Río de Janeiro sin recibir respuesta. Comparte que se ha enterado del acto que se realizó con motivo del aniversario de la muerte de Raúl [González Tuñón], en el cual CCI fue uno de los oradores. Señala que esta conferencia bien podría oficiar de prefacio para la antología de Raúl [González Tuñón], presumiblemente en preparación. Se interesa por la antología de Córdova Iturburu: pregunta si ha hablado de ello con Rebufo. Pide a Córdova Iturburu que escriba una reseña sobre un libro sobre Argentina de carácter histórico de su autoría, que -afirma- ha tenido una entusiasta acogida en Brasil.

Agradece "amabilísima carta" de Agosti con motivo de la publicación del libro de su autoría intitulado La rebelión de la mujer. Expresando su deseo de alguna vez conocer a Agosti personalmente, se despide.

Acusa recibo de Crónica breve, libro de autoría de Simoes. Si bien la lectura en portugués le fue algo dificultosa, felicita calurosamente.

Agradece el envío de Oscuro fuego, de autoría de Herrera. Elogia.

Expresa su pesar por su tardía respuesta. Acusa recibo de Tiempo de muñecos, de autoría de Vera. Elogia. Expresa que no está de acuerdo con el prologuista de Darío Moreira. Pregunta su opinión sobre la situación política ecuatoriana.

Adjunta un ejemplar del libro de su autoría La lucha de clase contemporánea (visión sociológica) solicitándole tenga a bien reseñarlo en Clarín. Menciona que hace el pedido por sugerencia de su amigo el señor José M. Marcet, a quien conoce por prestar servicios de taquígrafo en la Cámara de Diputados de la Nación.

Agradece calurosamente comentario de Agosti sobre libro de su autoría.

Comparte que amigos en común le hicieron llegar el recorte de prensa conteniendo comentario de Agosti sobre Cita, libro de su autoría.

Agradece calurosamente la crítica de Agosti en el diario Clarín para con un breve ensayo de su autoría, que él mismo llama "reescrito baudeleriano"