Otro indicador de la importante colocación de Córdova Iturburu en la escena cultural argentina es el conjunto de 190 esquelas de felicitación recibidas por él (Serie 2.2.1.) con motivo de tres acontecimientos: la obtención del Primer Premio Municipal en Prosa para la producción 1958, su asunción como presidente de la Sociedad Argentina de Escritores (1965) y su ingreso a la Academia Nacional de Bellas Artes como Académico de Número (1971). En el caso de los banquetes celebratorios (o de desagravio), la práctica de que los invitados enviaran telegramas de adhesión al homenajeado en caso de no poder asistir, o bien que se confeccionara in situ un documento con la totalidad de las firmas de los presentes –a veces, tomando como folio el mismo menú del banquete– nos permite reconstruir una tupida red de sociabilidad, de la cual los escasos registros fotográficos disponibles en prensa (y, partiendo de los mismos, la dificultad actual de identificar fisonomías de manera fehaciente), sólo darían una muestra parcial. Quien envía una esquela o un telegrama expresa su afecto y su respeto, pero también lo hace abrigando la secreta esperanza de que la nueva posición alcanzada por el destinatario redunde en su favor. A su vez, la importancia concedida por Córdova a este gesto se expresaría mediante la letra “C.” (“contestada”), que rubrica varios documentos de la presente Subsección, indicando que la esquela de felicitación ha sido debidamente agradecida.