Escrito redactado a partir de una exposición realizada en Buenos Aires compuesta por obras del artista francés George Mathieu. Analiza los rasgos principales de su estilo, que algunos encuadran dentro del manchismo (o "tachismo"), o bien el action painting, predominante en aquel momento en Estados Unidos. Córdova lo define en términos de "grafismo lírico": desarrolla.
Escrito que analiza el decidido viraje hacia la abstracción realizado por Emilio Pettoruti sobre el final de la década de 1950. Las reflexiones se redactan luego de una visita de Córdova a la casa de un coleccionista privado en Buenos Aires, donde tuvo oportunidad de ver una serie de obras de dicho artista plástico. En diálogo polémico con el crítico de arte Dennis Duerden, Córdova Iturburu señala que la abstracción se encontraba ya en obras tempranas de Pettoruti, como en "Gruta azul de Capri" (1918), por lo que este viraje no sería sorpresivo, sino fruto de un desarrollo sostenido en el tiempo. Según Córdova, uno de los factores explicativos (quizá el principal) sería el contacto por parte de Pettoruri con el futurismo italiano.
Escrito sobre la colección de arte plástico del coleccionista Gaby Solomón. Se elogia algunas de las obras que la componen (en su mayoría: pintura francesa) y acaba subrayándose la importancia de que una colección de este calibre se halle en nuestro país.
Escrito sobre las dificultades que encuentra el arte no figurativo (o abstracto) para ser aceptado por el público espectador. Siguen reflexiones sobre esta dificultad.
Escrito sobre la obra plástica del escultor Juan de Dios Mena, que se destaca por ser la talla en madera su principal técnica. Semblanza de su vida, con énfasis en los primeros años de formación.
Escrito elogioso sobre el estilo del artista plástico Raúl Soldi en "los últimos años", caracterizado por "la levedad y la soltura". Córdova Iturburu señala que estos rasgos no estuvieron siempre presentes, sino que son la culminación de un largo proceso formativo y de maduración de su personalidad.
Escrito elogioso sobre la obra del artista plástico Carlos Alonso, que entonces cuenta con 35 años de edad, con foco en la "hermosa estampa representativa de ese ámbito imponente en que consiste una sala de máquinas de una gran planta industrial". Según Córdova Iturburu, la mencionada estampa sería prueba de que Alonso es un gran pintor, además de un gran dibujante.